Mientras la sexóloga explicaba las zonas de placer y Esther movía afirmativamente la cabeza, yo observaba en sus ojos no la curiosidad del resto de las asistentes al taller sino una bruma de tristeza.
Era el turno de preguntas y espontáneamente comentó que su vida sexual era una mentira desde que sus amigas le regalaron el vibrador de moda en aquel momento y lo probó como un juego. Su marido ya no la satisfacía de igual modo que antes y fingir… estaba estropeando su relación de una manera lenta pero inexorable.
(Historias de una agencia matrimonial, Lazos)
La relación de los españoles con los juguetes sexuales ha dado un giro de 360 grados en las últimas décadas. Este giro viene motivado por los cambios sociales y culturales acaecidos en la sociedad española, que han dado lugar a ubicar al placer como el centro de la relación sexual, el cambio de rol femenino y la incorporación de la mujer al mercado laboral.